En el marco del proyecto de adaptación del lenguaje inclusivo en el que se encuentra inmerso el Centro, queremos conocer las opiniones de todos los sectores de la Comunidad Educativa, en este caso charlamos con una madre, Eva Mª Guerrero, funcionaria de la administración, que desarrolla su labor en Madrid. Caravaqueña de nacimiento y blanqueña de adopción, le gusta el deporte que según ella “le despeja”, también la lectura, actualmente está releyendo “La sombra del viento” de Carlos Ruiz Zafón.
P.: ¿Sabes que existe una Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres?
R.: Sí, sabía de su existencia, a través de los medios de comunicación y por mi profesión. Tengo como referencia, una tía carnal que fue concejala de igualdad, siempre luchando por los derechos de la mujer y de la que he recibido influencias muy positivas.
P.: ¿Crees que a través del uso del lenguaje (oral y escrito) puede producirse discriminación de género? Pon un ejemplo.
R.: Sí, por supuesto, porque hay personas que quizás no se identifican con el lenguaje que usa como denominador común el masculino. Así, los términos “padre”, “profesor”, “alumno” ya suponen, bajo mi punto de vista una discriminación, alumno no se refiere a una chica, se refiere a un chico.
P.: ¿Para ti, los términos “padre”, “profesor”, “alumno” representan a los dos sexos?
R.: Para mí la mujer no se ve representada en el uso de esos términos, se trata de madres, profesoras y alumnas.
P.: ¿Has observado en alguna ocasión alguna situación donde se haya producido una discriminación de género? ¿Cuál, dónde?,
R.: Sí, recuerdo cuando trabajaba en una fábrica de calzados y los viernes las mujeres teníamos que limpiar nuestros aseos y también los de los hombres, era una obligación para nosotras, ellos nunca lo hicieron. Así nos trataban en aquella empresa en la que la discriminación alcanzaba también a los salarios pues nuestra nómina era sensiblemente inferior a la de los hombres.
P: ¿Crees que en tu ámbito familiar, académico y personal se hace un uso sexista del lenguaje? ¿Lo consideras importante?
R.: Sí, creo que sí, la discriminación se produce a todos los niveles, laboral… Vamos empeorando, a mí me parece que la gente joven es cada vez más machista que antes y la responsabilidad de esta situación, sin duda, nos corresponde a los padres y a las madres, que quizás por dejadez estemos contribuyendo a empeorar las cosas y que las nuevas generaciones no evolucionen. Lo considero de un importancia extrema, los primeros cimientos de la igualdad se establecen en el hogar y también en la educación. Hay mucho trabajo por hacer.
P.: Si estuviera en tu mano ¿Qué harías o cambiarías para favorecer esa igualdad?
R.: Trabajar el uso del lenguaje puede ser un buen punto de partida, yo estoy separada y continuamente estoy viendo en las documentaciones una referencia continua al “padre”, es necesario que la “madre” también aparezca siempre que se refieran a ella. En otros ámbitos creo que es fundamental trabajar desde la infancia apartados como la publicidad en los anuncios que aparecen en los medios de comunicación, la niña con su muñeca, la cocinita… y los niños con el balón de fútbol…
En los centros educativos habría que establecer un vínculo de contacto permanente entre profesionales y familiares para abordar cualquier tipo de desigualdad que pudiese producirse, desde los 3 años, trabajando la prevención. Tengo un grupo de whatsapp en el Colegio, donde sólo estamos las madres, que tenemos la obligación de decidir sobre cualquier actividad (lugar, fecha, pagos…), eso da por supuesto que la madre es la responsable de las cosas de sus hijos e hijas, no es justo.