Es el turno del alumnado, en este abanico de entrevistas para conocer las opiniones que, sobre el lenguaje igualitario, tienen diferentes estamentos de la comunidad educativa del I.E.S. Valle del Segura. La elegida es Fátima Ruiz López, estudiante de segundo curso de bachillerato, cuenta 17 años y una idea muy clara sobre su futuro: Quiere ser matrona, dice que es la profesión más bonita que existe pues permite ser testigo de un momento único como es el nacimiento de una persona.
P.: ¿Sabes que existe una Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres?
R.: Sí, la conozco, en clases de psicología nos la ha explicado la profesora.
P.: ¿Crees que a través del uso del lenguaje (oral y escrito) puede producirse discriminación de género? Pon un ejemplo.
R.: Sí, claro que se produce, hay palabras que se emplean en masculino refiriéndose tanto a hombres como a mujeres y éstas no tienen porque verse identificadas con esos términos.
P.: ¿Para ti, los términos “padre”, “profesor”, “alumno” representan a los dos sexos?
R.: No, para nada, aunque siempre se ha utilizado genéricamente el masculino, un alumno es un chico y una alumna es una chica, esto hay que cambiarlo para que cada cual se sienta identificado con su género.
P.: ¿Has observado en alguna ocasión alguna situación donde se haya producido una discriminación de género? ¿Cuál, dónde?,
R.: Sí, estaba con mi familia en un restaurante y pude observar que en la mesa de al lado un hombre se dirigía a la mujer que le acompañaba diciéndole que su puesto estaba en la cocina, que era lo que le correspondía como mujer.
P: ¿Crees que en tu ámbito familiar, académico y personal se hace un uso sexista del lenguaje? ¿Lo consideras importante? ¿Es justo que suceda así?
R.: Cada vez menos, al menos no lo percibo, por ejemplo en clase de Educación Física el profesor que teníamos el año pasado se refería al alumnado distinguiendo entre alumnos y alumnas, haciendo referencia a ambos sexos. Yo, personalmente, estoy apreciando cambios en el lenguaje que considero positivos. Es justo que las cosas sucedan así, referirse a cada cual utilizando el lenguaje inclusivo.
P.: Si estuviera en tu mano ¿Qué harías o cambiarías para favorecer esa igualdad?
R.: Cambiaría la Educación, arrancando desde la familia, en casa, pasando por los centros de enseñanza y abarcando todos los ámbitos. Deberíamos inculcar la igualdad desde la infancia, tanto en el uso del lenguaje como en el de las relaciones personales para favorecer la igualdad.
Me gustaría tener el poder de mentalizar para que hombres y mujeres puedan compartir una igualdad plena.